No te sorprendas si te digo que todos, sin excepción, hemos pasado por malos momentos.

Muchas personas se han levantado y han seguido caminando, algunas con heridas y otras con las armas del héroe. Y algunas otras, tristemente, decidieron no continuar la partida.

Lo sé, soy un cenizo o peor aún, te he traído malos recuerdos a tu memoria.

Pero es importante que sepas que todo tiene un por qué. 

Y en lo más profundo de nuestro (tu) ser, encontraremos (/ás) el para qué.

En este momento de mi vida y después de tantos altibajos, me siento de frente a tí para escucharte y abrazar esos sentimientos que están pidiendo a gritos:

¡Una vida diferente!

Todos buscamos estabilidad en nuestra vida.

Los cambios, por pequeños que sean, exigen esfuerzo de tiempo y dinero.

Pero los cambios traen cosas inesperadas. (En muchas ocasiones grandes cosas).

Y los cambios que más influyen están en nuestro hogar. 

Vives, creces y te alimentas en él.

Si hay algo que intento evitar es que a mi casa se le reconozcan de un vistazo los muebles que tiene.

Yo no digo que estén mal, incluso yo mismo tengo unos cuantos de esos de grandes superficies. 

Pero sólo aquellos que por funcionalidad, estética y presupuesto encajan conmigo.

Y así con el resto de cosas de la casa.

Y te estarás preguntando ¿pero y el pesao este para qué habla ahora de muebles?

Fácil.

Los muebles son una excusa.

El objetivo es cuidar como tú eres y de aquello que te rodea.

Especialmente en tu hogar.

Si tienes lo que todo el mundo tiene, serás como todo el mundo.

A mí me gusta ser un friki.

El que te diseña piezas de aviones, te cocina una fideuá y te hace un estudio de Feng Shui.

Tú también eres diferente, pero aún no lo sabes.

Por eso estás aquí.

Tú quieres triunfar.

Además de disfrutar del (poco) tiempo que disponemos para la familia, de tu trabajo y/o negocio y, sobre todo, de tí.

No quieres estar deseando que llegue el viernes para morirte el lunes.

Ver pasar el tiempo sin saber qué hacer es el mayor de tus pesares.

Yo me encontré justo ahí como puede que sepas ya.

Pero todo eso cambió.

Tras unos años de autoconocimiento donde descubrí la cantidad de veces que me había dado cabezazos contra la pared en busca de soluciones. 

Haciendo una y otra vez lo mismo cuando me enfrentaba a un problema y esperando diferentes resultados. 

Por fin llegó a mi vida una frase que me marcó.

Es esta:

“Como es adentro, es afuera. Como es arriba, es abajo”.

Vale, no es muy espectacular y tiene cierto aire místico.

De hecho ni siquiera la entendía.

Aunque un tiempo más adelante encontré todo el sentido con el Feng Shui. 

Piensa de nuevo en los muebles. 

Cuando posees cosas estándares, eres una persona estándar. 

Cuando piensas como todos, te transformas en todos.

Por eso, te quiero presentar algo que te hará cambiar:

El estudio 3 estrellas blancas. 

Este estudio te hará dudar de tí mismo.

Te hará preguntar a qué has venido a jugar.

Pensarás en tí, porque todo girará alrededor de tí.

Empezarás una nueva vida donde cada paso que des, será un paso de gigante hacia tu liberación de pensamiento. 

Todo esto mientras revolucionas tu casa. 

No cambia tu mueble, cambia tu posición con respecto al mueble.

Tu vida será más reflexiva.

Todos nos enfrentamos a la pregunta de si existe Dios y el alma. Si existe el más allá o el más acá. La energía misteriosa que lo mueve todo.

Nadie tiene respuestas exactas a estas preguntas, y si te soy sincero, poco importa si crees en estas cosas o no.

Lo único que importa es el hecho de estar aquí.

Puede que sea el azar o puede que no.

Cada consulta es un desafío a las creencias y a la cultura de cada uno de nosotros. 

Incluido el que escribe.

Es mucho trabajo. Lo sé. 

Pero te darás cuenta que estarás creciendo.

Te haces más sabio cuando te enfrentas a tu realidad.